Hemos decidido que aquellos valientes que quieran salir a pesar de todo a dar pedales podrán quedar en la C/ Aveiro como es habitual a las 8.30 h para hacer una ruta por carril bici hacía la Dehesa de la Villa
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Participantes: Granjefe-David-Juampeter-Lito-Jabivi-Cencerro.
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Como casi siempre el pronóstico meteorológico se equivocaba y todo el agua que presumiblemente iba a caernos encima, se evaporó.
lo que si hubo y mucha fue niebla, de tal manera que la visibilidad se remitía a lo que llevábamos delante, y nuestro paso por parques y jardines fue una estampa colorida de hojas y Becqueriana, llena de bucolismo y romance.
El grupo fue reducido pero selecto, uniéndose un compañero nuevo llamado David que se propuso sufrir con el resto las inclemencias y avatares que le tocaran en proporción.
Como la ruta propuesta en principio fue anulada por la posible lluvia, se cambió por una más asequible y con puntos de fuga en caso de que nos cayese las el pulpo, con lo cual ganó en asequibilidad y nivel técnico básico, osea, un paseo por las inmediaciones de Madrid, muy tranquilo y agradable.
Empezamos como es habitual en La Fortuna, dirigiéndonos hacia Aluche y buscar el carril bici de Madrid Río, donde nos encontramos con la sorpresa del tumulto de los radicales y el enfrentamiento que se saldó al final tristemente con una víctima. Los hay que emplean el ocio de forma violenta y fatídica.
Tuvimos que pasar por las calles colindantes, pues cortaron el tramo cercano al Vicente Calderón, muchos efectivos policiales vigilaban el entorno que estaba sembrado de cristales y mobiliario roto junto con algún detenido tirado en el suelo con la cabeza abierta.
Que triste todo lo que arrastran algunos deportes de masa.
Entramos a la casa de campo para repostar en el chiringuito habitual, y es que algunos no perdonan el cafetito para calentar el cuerpo.
Nuestras ruedas se dirigieron hacía el distrito de Moncloa, hacia la Dehesa de la Villa donde subimos las interesantes cuestas que la caracterizan, bajando posteriormente por sendas trialeras sencillas, rápidas, y divertidas.
Desde aquí por Ciudad Universitaria hacía el corazón del barrio de Moncloa, donde nos sacamos unas fotos delante del Ministerio de Aire y Lito nos informa de algún detalle curioso que no reseñaré aquí.
Bajamos por Parque del Oeste hacía el Paseo del Pintor Rosales para de nuevo salir a Madrid río por la parte contraria; a estas horas los buenos aficionados se dirigían al estadio, muchos de ellos seguro que ignorantes de los sucesos anteriores.
Aquí se produce una avería en la bici de Granjefe que le afecta al cambio y le hará rodar desde ese momento a piñón fijo.
Alargamos nuestro tranquilo rodar por el parque lineal del Manzanares donde Cencerro cae de forma inesperada, resolviendo la caída con una voltereta magistral bien realizada y evitando lesiones, cual acróbata del circo del sol.
Nos espera más adelante nuestro cabezón preferido que representa a la hija de Minos y Pasífae llamada Ariadna. Enamorada de Teseo al que ayudo a salir del laberinto del minotauro. Todo esto según la leyenda griega que nos lo cuenta.
Subimos al mirador forestal enfrentado a este cerro y sacamos la foto del grupo que figura en cabecera, y la bonita panorámica de un Madrid, donde después de todas las previsiones lucía un sol de bandera. Alguno de los que se quedó en la cama se arrepintió de no haberse levantado para pedalear, ¡Seguro!
El trayecto final fue por tramos de anillo ciclista a su paso por el 12 de Octubre y Pan Bendito, Barrio de la Cruces, donde nos despedimos de David. Pinar de San José y Barrio de la Fortuna donde dimos por concluido nuestro bonito paseo de 60 kilómetros con el que despedimos el mes de Noviembre.
¡Fuerza, Honor y mucho pedaleo!
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